Medio centenar de trabajadores de la fábrica de
Bridgestone de Puente
San Miguel, de los 470 que conforman la plantilla, se han concentrado este
viernes frente a la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Cantabria, en
Santander, para reclamar que la administración "tome cartas en el
asunto" de los
Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), por el momento tres, que ha puesto
en marcha la multinacional nipona.
Esta concentración ha sido convocada por el sindicato USO, miembro del
comité de empresa de la fábrica cántabra --en el que también están UGT y
CC.OO.--, para pedir que la multinacional presente un Plan de Viabilidad para
la planta, según ha explicado en declaraciones a los medios el delegado de USO,
José Enrique Gómez.
El último ERE para la planta de Puente
San Miguel, así como para las de Basauri y Burgos, que entrará en vigor
este lunes, 1 de octubre, y se prolongará hasta el 31 de diciembre, ha sido
aprobado por UGT y CC.OO., con mayoría en el comité intercentros, "en 20 minutos", ha
dicho.
USO quería con esta concentración
instar a que la directora general de Trabajo les recibiese y recogiese el
contraexpediente que el sindicato ha presentado, así como pedirle que se reúna
con la empresa para "conocer
sus intenciones" y, en
base a ellas, que ayude para que no suceda "algo
malo".
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